Respira, cuenta hasta diez, son tus hijos... jajajajaja
Les platiqué que soy mamá de tres hombrecitos a los que amo con todo pero todo mi corazón pero hay veces, que son muchas, que quisiera regalárselos a la primer gitana que pasara por mi casa jajajajajaja.
Tengo un negocio andando, por hobby se me ocurrió meterme a dos redes de mercadeo, y con mis tres hijos, 4 perros, 3 cachorritos, gallinas y pollitos jajajaajajajaja me vuelvo loca; además que la zona en la que vivo está muy retirada de la ciudad, es más, el pueblo más cercano a mi casa está a 3 km por carretera, por consiguiente no tengo unidades o parques deportivos cerca, lugares para enviar a mis hijos a clases vespertinas, yo que sé, a que quemen las pilas por ahí.
Otra cosa es que mi casa está en el negocio entonces veo a mis hijos tooodo el día, ojo mamás, es importantísimo pasar el tiempo con nuestros hijos pero si queremos rendir en el trabajo y dedicarles tiempo de calidad recomiendo que nuestro espacio laboral sea eso, un espacio para trabajar 100% concentrada en nuestras labores porque créanme que estar con algún cliente mientras tu hijo anda tras de ti pidiéndote una manzana ¡No es de Dios! jejejeje.
Fue por eso que se me ocurrió hacer algo para que mis hijos disfrutaran de su estancia de claustro en nuestra casa, decidí comenzar un pequeño huerto familiar y un gallinero (ya que tenemos gallinas-macotas con todo y sus pollitos), este tipo de actividades me gustan porque los niños se dedican a utilizar su creatividad, habilidades e ingenio y evitamos que estén todo el tiempo en la televisión, tablet o celulares.
Esta es la fotografía de cómo va nuestro gallinero, ahora el problema es convencer a las gallinas que vivan dentro jajajajajajaja.
Entiendo que no todos viven en casas rurales como mi familia y yo, pero nada es imposible. Los invito a utilizar su imaginación, recuerden que a los niños les sobra y si nosotros como sus superhéroes y guías los orientamos de manera positiva, cosas increíbles pueden suceder.
Busquen alternativas en internet para hacer pequeños huertos que se adecuen al espacio donde viven, se enamorarán de la carita de sus chaparros cuando se den cuenta que gracias a ellos y sus cuidados las semillas comienzan a germinar y pronto se convertirán en algo comestible. Además un plus es que descubrirán lo sencillo que es obtener alimentos libres de agroquímicos o pesticidas que son sumamente tóxicos y peligrosos para todos.
Para comenzar su huerto les recomiendo que hagan una lista de qué hortalizas o frutos desean cosechar, analicen el espacio con el que cuentan (que tenga buena iluminación y ventilación), pueden hacerlo en algún muro con materiales reciclables como botellas de pet, de esta manera matan tres pájaros de un tiro, reciclan, decoran sus muros y ahorran espacio.
Si a ustedes como a mí les gusta la cocina, por qué no atreverse a pedir manitas de ayuda. Hagan cosas sencillas y atractivas para los niños, como galletas, gelatinas, barras de cereales... Creo que tiene mucho más valor el tiempo de calidad que invertir en juguetes y aparatos electrónicos.
Ahora sí amigos, corran, abracen a esas personitas que hacen de nuestra vida algo increíble, díganles cuanto los aman, escuchen todo lo que ellos pueden inventar y pues a poner manos a la obra.
Les mando un fuerte abrazo y recuerden que la SALUD SE PRACTICA DÍA A DÍA...
